Ya en casa de mis abuelos, llegaron mis otros abuelos o mis abuelos maternos a llevarnos a los últimos 40 minutos de viaje pues ahora tenía que viajar de Colima a uno de sus municipios Tecomán lugar en donde vivían mis abuelitos maternos y yo ese lugar lo consideraba bastante aburrido porque un día ahí era todo el día encerrado y eso que mi primo vivía a la vuelta solo que él tenía sus actividades y no lo veía hasta las 7 de la noche, pero esta vez, mi mamá me dijo que solo estaríamos muy poco tiempo en esa casa mientras conseguíamos una para rentar así que me hice el ánimo y todo el día me repetía la misma frase ´´Ya casi, aguanta tienes que aguantar´´ y así libraba el día y lo mismo con el día siguiente.
Algunos días después, volvimos a Colima a inscribir a mi hermana a su escuela pues ella había tenido la suerte de que había cupo para ella en una que estaba cerca de donde futura mente íbamos a vivir y yo, pues no había tenido la suerte para que me aceptaran en la secundaria que quería, pero ahora algunas meses después me alegro de que no me hayan aceptado.
Un día después de que aceptaran a la escuela a mi hermana fuimos yo y mi mamá a la secundaria a la que yo quería ir pues me quedaba cerca de mi futura casa. Así que fuimos a la secundaria a hablar con el director y ese director estaba desde que llegamos predispuesto, cada que escuchaba que mi mamá paraba de decirle que me aceptara el mencionaba lo mismo ´no señora, ya estamos muy llenos ´a lo que mi mamá volvía a decirle que yo y mi esposo somos muy trabajadores, que a todo le hacemos con tal de ayudar a la escuela y obtenía la misma respuesta. Cuando salimos de la escuela después de una hora mi mamá, como siempre lo hace, se reportó con mi papá contándole todo lo acontecido a lo que mi papá respondía diciéndole los pasos a seguir después de esto etcétera. Y ya en el carro mi mamá me dijo que ya no le insistiríamos a ese señor que se nota que dios no me quería en esa escuela y todo un rollo a lo que yo asentí con la cabeza aunque realmente no había escuchado nada pero sabía que si me oponía no avanzaríamos.
Unos días después mi mamá y yo dejamos a mi hermana en su primer día de clases y yo la despedía mientras se metía a su salón con su sonrisa seminerviosa y enseguida fuimos a la SEP a tratar el asunto de mi secundaria a lo que la directora de educación secundaria del estado seguía insistiendo que me metieran a una secundaria que se llamaba no sé qué de reyes y no me convencía mucho pero ella dijo que pronto hablaría con el director y me acomodarían ahí