martes, 26 de abril de 2016

La nueva vida parte.2

Después de haber llegado al aeropuerto de Guadalajara y habernos saludado con mis abuelos paternos empezamos otro viaje, pero esta vez de Guadalajara a Colima y este era el viaje que me daba más flojera porque ya estaba tan cerca del lugar en donde mi vida estaría localizada y estaba impaciente por conocerlo y por esto me aburrí. Eran las 4 de la mañana y tenía una sensación revuelta entre de sueño, aburrimiento y felicidad y no sabía si platicar con mis abuelos, dormirme o ver por la ventana así que decidí dormirme y en cuanto me desperté ya habíamos llegado, no había estado en este lugar desde los 2 años y se me hacía muy bonito, es un ambiente cálido  muy envolvente y me hacía sentir en casa pues este es el lugar donde había nacido y me daba la bienvenida.

Ya en casa de mis abuelos, llegaron mis otros abuelos o mis abuelos maternos a llevarnos a los últimos 40 minutos de viaje pues ahora tenía que viajar de Colima a uno de sus municipios Tecomán lugar en donde vivían mis abuelitos maternos y yo ese lugar lo consideraba bastante aburrido porque un día ahí era todo el día encerrado y eso que mi primo vivía a la vuelta solo que él tenía sus actividades y no lo veía hasta las 7 de la noche, pero esta vez, mi mamá me dijo que solo estaríamos muy poco tiempo en esa casa  mientras conseguíamos una para rentar así que me hice el ánimo y todo el día me repetía la misma frase ´´Ya casi, aguanta tienes que aguantar´´ y así libraba el día y lo mismo con el día siguiente.

Algunos días después, volvimos a Colima a inscribir a mi hermana a su escuela pues ella había tenido la suerte de que había cupo para ella en una que estaba cerca de donde futura mente íbamos a vivir  y yo, pues no había tenido la suerte para que me aceptaran en la secundaria que quería, pero ahora algunas meses después me alegro de que no me hayan aceptado.

Un día después de que aceptaran a la escuela a mi hermana fuimos yo y mi mamá a la secundaria a la que yo quería ir pues me quedaba cerca de mi futura casa. Así que fuimos a la secundaria a hablar con el director y ese director estaba desde que llegamos predispuesto, cada que escuchaba que mi mamá paraba de decirle que me aceptara el mencionaba lo mismo ´no señora, ya estamos muy llenos ´a lo que mi mamá volvía a decirle que yo y mi esposo somos muy trabajadores, que a todo le hacemos con tal de ayudar a la escuela y obtenía la misma respuesta. Cuando salimos de la escuela después de una hora mi mamá, como siempre lo hace, se reportó con mi papá contándole todo lo acontecido a lo que mi papá respondía diciéndole los pasos a seguir después de esto etcétera. Y ya en el carro mi mamá me dijo que ya no le insistiríamos a ese señor que se nota que dios no me quería en esa escuela y todo un rollo a lo que yo asentí con la cabeza aunque realmente no había escuchado nada pero sabía que si me oponía no avanzaríamos.

Unos días después mi mamá y yo dejamos a mi hermana en su primer día de clases y yo la despedía mientras se metía a su salón con su sonrisa seminerviosa y enseguida fuimos a la SEP a tratar el asunto de mi secundaria a lo que la directora de educación secundaria del estado seguía insistiendo que me metieran a una secundaria que se llamaba no sé qué de reyes y no me convencía mucho pero ella dijo que pronto hablaría con el director y me acomodarían ahí

sábado, 23 de abril de 2016

La nueva vida parte.1

Con ansias esperaba el día, contaba las horas, los segundos todos los momentos y se me pasaban muy lentamente. Ahí, en Nueva Zelanda todo era lento y apenas me daba cuenta de ello. Desde que mi padre me había dado tal información todo se volvió más lento aun sentía como si mudara una piel, como las serpientes, o como si volviera a nacer, pues todo sería diferente.
Lo malo fue que cuando me lo dijeron era Julio ósea faltaban 4 meses y ese fue el gran error, pero de alguna manera había días en donde me olvidaba del tema y solo esos se pasaban rápido.
Después de tanto esperar el día llego, y mi gran viaje hacia mi tierra comenzó mientras mi "nueva vida" esperaba mi llegada. Aborde el avión que me llevaría un paso más cerca de la felicidad y este me llevó a Auckland ósea la isla norte del país que también conocía como mío o parte de mí. Solo viajamos yo, mi hermana y mi mamá, pues mi papá como todos los años lo hacía se tenía que quedar atrás y esperar más tiempo. Ya en el aeropuerto, no encontrábamos nada que comer así que solo nos quedó una opción comer en la única tienda que había abierta en ese entonces y para nuestra mala suerte, la comida estaba de la fregada no había cosa más horrorosa que eso así que terminando fuimos a comprar un peptobismol pero ya con prisa porque si no se nos iba el avión nos llevaba al segundo "escalón" de los tres que había para llegar. Como se imaginarán en el avión cené de nuevo ( pues hay que aprovechar las oportunidades) vi dos películas que me encantaron y sin previo aviso me quede dormido arriba de una señora que me quería quitar una fila de 4 asientos que había agarrado para mi solito.
Al día siguiente, desperté y me di cuenta que me había saltado el desayuno y no tendría nada que comer hasta que aterrizáramos así que mejor vi películas para olvidarme del tema y afortunadamente aguante hasta que aterrizamos.

Ya estaba en Los Ángeles y a un solo avión de llegar a mi destino y solo faltaban doce horas para partir pero como sé que el avión del final ósea el de Los ángeles a México es el que tiene más problemas y SIEMPRE se retrasa me programe para esperar 14 horas y en efecto eso fue lo que paso. Ya dada la hora del abordaje anunciaron " Señores pasajeros, el vuelo 511 de Los Ángeles a Guadalajara ha sido retrasado 2 horas debido a que no se ha terminado de dar el mantenimiento al avión, lo sentimos." Yo pensé que lo último debería de haber dicho así " debido a que fuimos bastante irresponsables y no terminamos a tiempo" pero ya que, a esperar.

Por fin llegó la hora me subí al avión y me intente dormir pero me fue imposible ya que el famoso Jetlag me invadía así que lo que hice fue ver por la ventana y contar cuantas veces flasheaba el foquito del ala del avión y así se pasó el tiempo y la hora del descenso llegó  y como siempre dijeron " Estimados pasajeros, abróchense sus cinturones porque comenzaremos el descenso a Guadalajara, son las 4 de la mañana actualmente, gracias por volar con Alaska Airlines" . En ese momento mi alegría dominaba mi cuerpo pues ya iba a llegar a la vida nueva que tenía tanto tiempo esperando.

Me baje del avión y enseguida fuimos a hacer los trámites para poder entrar, recogimos la maleta y al final apretamos el famoso botón para que si nos tocaba verde acceder directamente a donde nos estaban esperando mis abuelitos y si nos tocaba rojo nos tenían que registrar las maletas etc. Pero afortunadamente la máquina que estaba programada para que de cien veces que le picaras al botón una te tocara rojo nos tocó verde y pasamos y mi nueva vida, en ese momento comenzó y de Nueva Zelanda que forma parte de la mitad de mi ser tendría que esperar, como México lo había hecho 11 años de mi vida.