Ayer jugué futbol, contra el equipo de las niñas seleccionadas para representar a
Otago. Estaba un poco nervioso pero a los dos minutos del partido se me
quitaron los nervios. No les dije pero
ya me pusieron de Centrocampista ofensivo. Mis nervios se sentían como
telarañas en mi panza, pues como todos los hombres, no quería perder contra las
niñas. Las palabras de mi papá hicieron eco en mi mente diciendo `` Metete al área,
metete al área`` así que eso hice, pasé la pelota perfectamente hacia mi centrocampista
izquierdo y me desplacé como antílope directamente al área, luego, después de
algunos segundos la pelota en medio aire se acercaba como si flotara, y yo, sin
compasión tiré con la zurda hacia el poste izquierdo y… Metí gol y con la zurda!!!!!!!!!!
Gooooooooooooooool!!! Golazooooooo!!! Al poco rato perdí todo miedo hacia la
pelota, ese gramo que me quedaba lo perdí y cada vez que una pelota venia en el
aire la cabeceaba, cuando una niña iba a tirar me acercaba e intentaba tapar. Cuando
de repente un tiro de esquina en favor de nosotros se nos concedió, me acerqué
al área y la pelota voló, una niña le metió pecho y yo aprovechando la oportunidad
tiré de volea y metí otro gol, este fue el segundo gol del Frijolito Guedea de México.
Y al final ganamos 3-2 y yo aprendí una lección: Acercarse siempre al área. Y esos
fueron mis primeros goles y claro… voy por más.
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